¿Y si desaparecieran las abejas? | César-Javier Palacios

Hablamos de biodiversidad, de su importancia, de su necesidad, de que invertir en ella es invertir en nosotros mismos, pero pocos, muy pocos, saben exactamente de qué estamos hablando, qué es eso de la biodiversidad y para qué sirve. No será para tanto, se dirán ustedes, pero ahí están las estadísticas, matemáticamente irrebatibles. Según los últimos datos oficiales, apenas una de cada cuatro personas conoce en España el significado de la biodiversidad y percibe su importancia.

Algunos banalizarán el dato como un problema más de la falta de educación de nuestra sociedad, pero es más, mucho más, máxime cuando tan importante porcentaje de la población española desconoce, por poner un ejemplo, que la salud del 60 por ciento de la población mundial depende de medicamentos de origen natural, y por lo tanto de la biodiversidad.

O también podemos recordar la famosa frase que Albert Einstein pronunció en una ocasión: “Si las abejas comenzaran a desaparecer, a la humanidad le quedaría pocos años de vida”. Se basaba el científico en el hecho de que el 80% de las especies de plantas tienen flores que dependen de las abejas y otros insectos para ser polinizadas. En concreto, más de un cuarto de millón de plantas florales, así como otras muchas especies cruciales para la agricultura, dependen de las abejas. Sin ellas no habría frutas ni legumbres de las que poder alimentarnos.

Para cubrir esta laguna de conocimiento y reivindicar la importancia económica de la naturaleza, la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino acaba de publicar el libro "Si desaparecieran las abejas", cuyo objetivo es difundir los beneficios de la biodiversidad, incorporándola a la vida diaria. Y que además te puedes descargar gratuitamente pinchando en este enlace.

El libro recoge de forma amena “treinta y pico” curiosísimos temas de conversación con la biodiversidad como protagonista, para que este verano tomando una caña con los amigos, o paseando por el campo, o en clase, hablemos de ella y de su relación con la salud, la innovación, la alimentación, el turismo o el empleo.

¿Quieres algunos datos? Pues por ejemplo, en sólo ocho meses el ser humano gasta lo que la naturaleza tarda un año en producir, cada minuto se pierde una superficie de bosque equivalente a unos veinte campos de fútbol, e incluso se ha descubierto que trescientas especies de plantas importantes para el ser humano dependen del vuelo de los murciélagos.

Si a ello le añadimos que España es el primer productor europeo de agricultura ecológica, un país en el que existen más de medio millón de empleos verdes, un 2,62 por ciento de la población ocupada, resulta evidente que hablar de biodiversidad es hablar de futuro. Y de abejas.

2 comentarios:

Carol y Juan dijo...

El hombre no es la única especie necesaria en la Tierra y ni mucho menos la más imprescindible. La vida en la tierra es un ciclo constante. El hombre le toca ahora su turno, y en éste turno impacta de forma brutal sobre los ecosistemas. Puede y es, porque lo hace mal ó inadecuadamente, pero es la presión del hombre dentro de su turno de dominancia.
Probablemente el futuro evolutivo será otro y con otras características y probablemente será el turno de otra especie, con otras presiones e impacto sobre los ecosistemas.
Somos parte de un todo perfectamente organizado, dónde el único desorganizado es el hombre, que pagará caro muy caro su mala gestión en su turno de supremacía.

Pablo García dijo...

Tú también, Juan Puche, pagarás caro la estafa que estás dejando por todo el país contratando a trabajadores para que te hagan vídeos para tu blog, y a comerciales sin pagarles.

Por favor, no colaborar con este estafador.

Para cualquier información o para sumarse a la iniciativa de denuncia contra Juan Puche y Naturfilms contactar con Pablo García (pabgarmat@hotmail.com)

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